martes, 6 de mayo de 2014

Nacionalismo europeo presente en las euroelcciones 2014

    El Nacionalismo ha estado ganando terreno en Europa lentamente pero de manera constante. El Nacionalismo Europeo está basado en la oposición al proyecto político de la Unión Europea:multiculturalismo, inmigración masiva, globalización y liberalismo. Principalmente, se basa en la creciente alienación que la vida moderna ha traído: el colapso de las comunidades locales, la destrucción de las tradiciones, desempleo, el ataque al Cristianismo, cultural y espiritualmente, y la incapacidad del materialismo y el consumismo para llenar el vacío de nuestras vidas.
La gente está harta. La arrogancia del establihment europeo se ha visto en la incapacidad de muchos países a la hora de convocar referendums para el Tratado de Lisboa o la Constitución Europea, al igual que ignoraron el “no” de los irlandeses y los holandeses. En su lugar, han convocado otros referendum para tener la respuesta que querían:”si”. Está claro que la Europa Cristiana no quiere convertirse en una globalizada y multicultural Europa bajo las órdenes de una distante élite izquierdista-liberal. Además, la recesión y la crisis bancaria han expuesto la avaricia y el colapso moral en nuestras sociedades con el irresponsable gasto de dinero que no tenemos en bienes que no necesitamos , mientras los banqueros son rescatados por ayudas masivas de los gobiernos, subsidios que deberían haberse usado para rejuvenecer nuestras pequeñas comunidades y para el pequeño comercio.
Hoy tenemos en Europa una mezcla de progresismo y marxismo cultural (con origen en la Escuela de Frankfurt), que domina nuestras instituciones y gobiernos a través de todas estas ideas sin significado como “igualdad”, “diversidad”, “racismo”, “libertad” que se han convertido en los pilares de nuestra nueva religión que nos iba a traer el cielo a la tierra. Para mucha gente, los fracasos de estas utópicas ideas se están volviendo más visibles mientras la auténtica esencia de nuestras sociedades es abandonada: comunidad, familia, espiritualidad, historia y experiencia. Pero no todos han abandonado el concepto de Nación-Estado, el concepto sobre el que descansan nuestras tradiciones políticas, nuestras realidades históricas y nuestra moral: la comunidad forjada por la historia.
Además de la amenaza ideológica, la nación también es minada por el capitalismo liberal globalizado. Muchos de los llamados “conservadores” ven a menudo el capitalismo de libre mercado como un aliado del Nacionalismo. Esto no puede estar más lejos de la realidad. Mientras la globalización ha impuesto la necesidad del libre movimiento de mano de obra barata y de mercancías tanto como la destrucción de las industrias nacionales “ineficientes” y de nuestra riqueza local, el gran capital ha dado su apoyo a los izquierdistas en su promoción de la persona consumista sin ninguna dimensión moral ni espiritual. Los auténticos Nacionalistas han ofrecido una alternativa que defiende conceptos más sólidos y sanos de crear prósperas comunidades entrelazadas entre sí con una estructura que sirva a la nación en vez de a los banqueros.
En las recientes elecciones europeas algunos partidos Nacionalistas han conseguido su primer avance. El Partido Nacional Británico logró conseguir dos escaños tras una masiva campaña contra ellos. Debido a la influencia de la corrección política en Europa y no importa lo moderado y lo educado que seas, si cuestionas la santa religión del multiculturalismo y el igualitarismo los medios de comunicación usarán todas sus armas contra ti. A pesar de esto y a pesar de que otro partido, el UKIP, fue lanzado como una alternativa del sistema al BNP tras el descubrimiento de que parlamentarios británicos habían estado utilizando dinero público para gastos personales, el partido de Nick Griffin consiguió el avance que estaba buscando.

En Hungría, Jobbik, o el Movimiento por una Hungría Mejor también logró un avance logrando tres escaños. En Europa del Este la recesión está siendo especialmente dura por lo que el fracaso del sistema es más evidente. Esto también se ve en Bulgaria donde el partido Attack logró dos escaños y en Rumanía donde el Partido de la Gran Rumanía logró también dos escaños. Se espera que, a pesar de las diferencias entre ambas naciones estos partidos sean capaces de trabajar juntos contra la amenaza mayor: el sistema que les llevó al proyecto de la Unión Europea.

Los partidos germánicos lo hicieron particularmente bien. El Partido de la Libertad de Geert Wilders en Holanda logró el 17% de los votos, quedando en segundo lugar y consiguiendo cuatro escaños. Aunque es un partido liberal en muchos aspectos, el Partido de la Libertad está trabajando para proteger las libertades y tradiciones holandesas contra una masiva y creciente población islámica. Esta es la nación en la que el cineasta Theo van Gogh fue asesinado por un seguidor de la “religión de paz” y el predecesor de Geert Wilders, Pim Fortuyn, fue asesinado. El mismo Wilders ha sufrido varias amenazas de muerte tras producir y emitir la película Fitna, avisando del peligro del islamismo. Islam, por supuesto, significa “sumisión” y los musulmanes están decididos a convertirse en una mayoría de la población de Holanda, Francia y Alemania en las próximas décadas, y en el Reino Unido y otros países unos años más tarde.
Otro partido que colabora con el Partido de la Libertad es el Vlaams Belang de Bélgica,o mejor dicho, de la germánica Flandes. A diferencia de muchos de los movimientos separatistas el Vlaams Belang es un partido conservador y nacionalista que se niega a rendirse y vender su soberanía a Bruselas, al multiculturalismo y al capitalismo global. Esto contrasta con otros movimientos “nacionalistas”, por ejemplo en el Reino Unido, donde el Partido Nacional Escocés defiende que cualquiera puede ser escocés, quiere unirse al euro y es favorable a la inmigración masiva. El Vlaams Belang defiende la secesión de los flamencos, uno de los grupos étnicos de Bélgica, un Estado formado por flamencos y valones. Consiguió dos escaños en las elecciones europeas y tienen el apoyo de Geert Wilders.
Fue bueno ver en Italia que Silvio Berlusconi abiertamente rechaza una Italia multi-étnica ( a pesar de su corrupción y su admiración por las jovencitas) igual que su absorción de Alianza Nacional, un partido nacional-conservador. Como Japón, Italia ha restringido la inmigración y ha tomado una línea distinta a la del resto del mundo. Esto rompe el mito que tomado este tipo de medidas uno sería cercado por otros Estados. En las elecciones europeas el partido de la Liga Norte quedó tercero consiguiendo ocho escaños.
En Austria y en Francia los partidos nacionalistas tuvieron buenos resultados. El Front National consiguió mantener tres escaños y pronto será liderado por la hija de Jean Marie Le Pen, Marine, mientras que el recientemente exitoso (en las elecciones austriacas) FPO del carismático Heinz Strache mantuvo dos escaños. El partido de Jorg Haider consiguió el 5% de los votos que, junto al 13% de Strache dio un importante 18% a los nacionalistas austriacos.
Muchos nacionalistas serán mucho más conscientes del significado de estos resultados y entenderán la bajada de los viejos partidos del sistema. De hecho los nacionalistas mantienen una gran presencia y tienen la infraestructura para conseguir mejores resultados mientras la crisis del desastroso experimento multicultural capitalista global alcanza su pico. Los pequeños logros conseguidos en otros países también dan publicidad y financiación a estos grupos, que están en el camino de alcanzar la misma seriedad que el Front National o el FPO.

Con Jean Marie le Pen a punto de retirarse de su exitosa carrera política es quizá bueno finalizar con una pieza de un discurso suyo en el Parlamento Europeo:
“Vuestra Europa es un barco a la deriva,a merced del viento y golpeado por las olas. Es la única región del mundo que deliberadamente desmantela sus estructuras políticas y morales. Sin fronteras, invadida gradualmente por una inmigración masiva que está sólo empezando, económicamente arruinada por el fanatismo del libre mercado, socialmente empobrecida y debilitada demográficamente, careciendo del espíritu y la fuerza de defensa. Será, en el mejor de los casos, un protectorado americano y en el peor, caerá bajo la esclavitud del islamismo. Hay que abandonar la idea del federalismo y construir una Europa de las Naciones, unidas en alianzas reales,más modestas quizás, pero más efectivas. Los fracasos de la Constitución y del Tratado de Lisboa deben ser considerados como avisos: la gente de Europa no quiere el proyecto de la UE, ellos no permitirán que se les imponga, porque no quieren morir”.
Artículo traducido de:http://www.thinkcouncil.com/?p=790

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