sábado, 19 de noviembre de 2016

Europa avanza dejando atrás la herencia de corrupción, desempleo y estatismo de la iquierda

MATERIALES Y APUNTES

La crisis económica y la corrupción estatal la herencia que la izquierda dejo en Europa.Hoy solo pueden

Alcanzar el poder en coaliciones con  partidos de derecha su único  consuelo para mantener sus cuotas de ambición y   poder


quote Esta constitución de gobiernos son coaliciones con partidos que están 
a la derecha y a la izquierda del espectro ideológico.


La época dorada de los gobiernos de izquierda en Europa quedó atrás. De 28 países que conforman la Unión Europea, sólo en seis naciones gobierna una coalición de izquierdas: Croacia, Luxemburgo, Portugal, Eslovenia, Rumania y Francia.
En 12 países más, las coaliciones son derecha-izquierda —entre ellas Alemania, Grecia, Suecia, Austria, Holanda, Italia— y otras cuatro naciones más son dirigidas por coaliciones de derechas —Bélgica, Finlandia, Hungría y Chipre.
Los factores que llevaron al declive son varios y complejos — división del electorado social demócrata, desencanto, la corrupción, castigo a sus líderes, el desempleo, la burocracia estatal,  entre otros —pero, para la mayoría de los expertos, el factor fundamental fue la crisis económica, que se evidencio luego de la bancarrota de Lehman Brothers en 2008, cuando la recesión se globalizó.
En entrevista exclusiva para Siempre!, Javier del Tronco Panganelli, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, especialista en gobierno y asuntos públicos, habla sobre la situación de la izquierda en Europa, que hoy sólo gobierna en coaliciones, y se pregunta si ése será el futuro para los países de América Latina cuando ante la crisis económica no pueden sacar adelante sus agendas sociales.

Las crisis no son buenas para las izquierdas
En términos generales, las épocas de crisis económica, de estancamiento, de crecimiento bajo son momentos críticos para las alternativas políticas de izquierda porque éstas basan buena parte de sus propuestas en la redistribución, en la mejora de las condiciones de vida de los sectores marginales, de los sectores populares, de los sectores obreros, y cuando no hay muchos recursos para distribuir, por lo general, las opciones políticas de izquierda. Pero restringen  el aparato productivo privado al cual sobre  cargan de impuestos y restricciones, a favor  del estado  —ya sea que estén en el poder o que busquen el poder a través de las elecciones— no se ven bien recompensadas.
Las que están en el poder porque por lo general, aunque no sean quienes rompan los platos, son los que los pagan, ya sea porque no pudieron prevenir las crisis o porque no tuvieron la capacidad de enfrentarlas de una manera efectiva.
Hoy los gobiernos nacionales cada vez tienen una capacidad menor de enfrentar crisis financieras globales o crisis como la que vemos ahora con los precios de los commodities —materias primas y bienes primarios—; en segundo lugar, muchas veces al llegar al poder en situación de crisis, la izquierda puede ser vista por parte de los electores como una alternativa, pero la verdad es que, justo por esa situación de crisis económica internacional —véase el caso de Grecia—, limitan fuertemente la capacidad de los gobiernos de izquierda por adoptar soluciones heterodoxas, por adoptar políticas que sean radicales o revisionistas respecto de lo que plantea el statu quo, o el estado financiero internacional.
Es una época dura, difícil para la izquierda porque las épocas de crisis en contextos como los actuales, en donde la capacidad —si vas adelante en políticas revisionistas ortodoxas— es muy baja, independientemente de cuál sea el país del que hablemos, y suele limitar la posibilidad de los gobiernos de izquierda de llevar adelante sobre todo su agenda social y su agenda distributiva.
Hay una segunda dimensión que vale la pena mencionar y es que la medida ya no sea la económica sino más bien la faceta moral, la dimensión vinculada con los valores. Creo que la izquierda ideológica en el sentido de los valores está viviendo momentos bastante más ambiciosos que los que vive la izquierda en términos de distribución económica y social. ¿Qué quiero decir?, básicamente las agendas de igualdad de género, de igualdad de derechos para minorías, de los derechos humanos, agendas que aunque se limitan en casos puntuales a escala nacional y hay gobiernos que están menos dispuestos a llevar adelante, son agendas globales que han ganado la batalla.
Evidentemente la agenda de la redistribución económica no lo ha logrado aún y no sabemos si pasará, pero sí podemos decir que la agenda de la izquierda en términos de valores, sí es una agenda que permea cada vez más a las regiones del mundo.
La época dorada ya pasó
¿Cómo ve la situación de la izquierda en Europa, España, Italia, ya lo dijo, un poco Grecia?
Si hacemos números, uno diría quizá la era dorada de los gobiernos de izquierda en Europa ha pasado, la era dorada de los gobiernos de izquierda fue probablemente el cuarto de siglo entre 1950 y 1975, el Estado de bienestar en algunos países se extendió un poco más allá y digamos que, de fines del siglo pasado, con algunas excepciones, la izquierda no gobierna mayoritariamente a todos los países del continente europeo.
También es cierto que los gobiernos de los países en Europa no son exclusivamente de gobiernos de derecha, básicamente son gobiernos de coalición. Hoy en día hay 12 países europeos en los cuales gobiernan coaliciones de partidos de derecha y de izquierda a su vez; Alemania, Austria, Holanda, Italia, Bulgaria, República Checa, Grecia, Irlanda, Letonia, Lituana y Suecia son países cuyos gobiernos por ser, además, todos regímenes parlamentarios cuyos gobiernos son de coalición, participan tanto partidos que están más a la derecha del espectro ideológico como partidos que están más a la izquierda.
En la practica  la situación europea esta claramente definida a buscar nuevas opciones en partidos  nuevos que  provienen de sectores de derecha y a rechazar la viejas y ya fracasadas recetas de la izquierda  que depende  del crecimiento del aparato estatal para solucionar los problemas de sus ciudadanos.
Es un dato que me parece interesante, porque nos vuelve a cuestionar respecto de aquella famosa frase de Francis Fukuyama a principios de la década de 1990, que hablaba del fin de la historia y la muerte de las ideologías.
No creo que esto pueda ser realmente defendido, pero sí creo que hoy en día muchas veces los gobiernos y mucho más en los regímenes parlamentarios como los europeos, se constituyen a partir de coaliciones de partidos que quizá no están de acuerdo en todo, pero sí tienen convenios con una agenda mínima de asuntos frente a los cuales hay que plantear soluciones.
En ese sentido me parece que el caso europeo es interesante no tanto por la crisis de la izquierda, sino más bien por esta constitución de gobiernos, que son, repito, coaliciones con partidos que están a la derecha y a la izquierda del espectro ideológico.
Esta situación nos da un dato interesante respecto de lo que podemos ver en América Latina, aquí no tenemos regímenes parlamentarios sino tenemos que regímenes llamados presidencialistas o de separación de poderes, donde tanto el jefe de Estado como el parlamento es elegido por el pueblo.
La pregunta sería qué esperar para América Latina en estos momentos para la izquierda latinoamericana, si vivió quizás a poca diferencia de la izquierda europea, 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJE AQUI SUS COMENTARIOS GRACIAS